En 1993 la empresa de videojuegos Maxis, lanza SimCity 2000, la segunda edición del videojuego de simulación de ciudades. Antes de esta saga quien pudiera haber pensado que ser alcalde de tu propia ciudad sería tan entretenido. En este post ahondaremos en este videojuego icónico de los años 90s.
Will Wright es el cerebro tras la saga de SimCity. Su carrera en los videojuegos comenzó a mediados de los 80s, cuando desarrolló el videojuego Raid on Bungeling Bay para la Commodore 64. El juego era un shoot’em up donde el jugador maneja un helicóptero que debe destruir una serie de islas y fábricas. Lo interesante de este juego es que Wright introdujo aspectos de autonomía e inteligencia a diferentes elementos, en el caso de Raid on Bungeling Bay, las islas y fábricas comenzaban a crecer y mejorar durante el transcurso del juego, haciendo más compleja la jugabilidad. Este aspecto, novedoso para la época, lo terminó de plasmar en la saga SimCity.
La primera entrega de SimCity vino en 1989 con su juego homónimo. Para aquel entonces Will Wright y Jeff Braun ya habían fundado Maxis, responsable de desarrollar toda la saga y de los spinoff como “Los Sims”, el juego más rentable de la historia de los videojuegos. SimCity inmediatamente fue un éxito para la empresa. Era un juego adictivo y tenía la particularidad que no consistía en ganar o perder, como el resto de los videojuegos de ese tiempo, más bien el objetivo era de sobrevivir a todos los eventos que ocurren en una ciudad real. En 1993, producto del éxito de esta primera entrega, Maxis y Wright lanzaron SimCity 2000. Una versión renovada y que perfeccionó varios aspectos del juego original.
La primera vez que vi y jugue SimCity 2000 fue por el verano de 1997, cuando mi primo Andrés me lo mostró en su computador. Recuerdo perfectamente que eran 2 diskette de 3 ½, algo así como 3 megas. Al jugarlo me llamó la atención del nivel de detalle de cada uno de los elementos de la ciudad, todo era muy prolijo, los edificios, las fábricas, las zonas residenciales, etc. Jugarlo no fue nada fácil, ya que no era un videojuego como a los que estaba acostumbrado, requería un grado de conocimiento técnico para pasar los primeros años como “alcalde”. A medida que jugaba, descubrí diferentes aspectos de la gestión urbana, no solo era construir calles y pintar las áreas en el plano, debías manejar el presupuestos y sus costos, que decir de los impuestos. En este sentido SimCity le hacía eco a su lema, ser el mejor simulador de ciudades.
El legado de SimCity perdura hasta el día de hoy. El nivel de simulación del videojuego y de de cercanía con escenarios reales han generado que urbanistas y planificadores lo utilicen a nivel formativo para explicar diferentes fenómenos urbanos. Dave Amos un amante del juego y experimentado planificador urbano creó una serie de videos donde explica cómo SimCity obedece a principios reales de desarrollo urbano. En sus videos explica, por ejemplo, que las ciudades deben conservar un balance presupuestario, suena lógico, pero lo expresa un ejemplo concreto en SimCity. Para mantener un equilibrio la recomendación es crear manzanas de barrios de 6×6 cuadros. Esto permite controlar el presupuesto de mantención de calles y carreteras. En otro ejemplo explica cómo se deben realizar los emplazamientos de zonas industriales y comerciales. Un aspecto interesante y a mi juicio visionario, eran las ordenanzas de la ciudad, recuerdo muy claramente que una de ellas era la prohibición de fumar en espacios públicos, algo totalmente impensado para la época y algo que hoy en día suena muy normal. Como se puede ver, SimCity no solo ofrece entretención sino también una mirada a la planificación eficiente de las ciudades.
SimCity, particularmente SimCity 2000 es uno de mis viejos favoritos, no solo por lo nostálgico de ser un videojuego noventero, sino porque también me permitió conocer y aprender aspectos de planificación urbana que nunca imaginé adquirir. SimCity puede ser una perfecta mezcla de entretención y aprendizaje para las actuales generaciones.
Los invito a jugar SimCity 2000, les aseguro que no perderán el tiempo y más de algo descubrirán.
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